lunes, 15 de junio de 2015

No vivas en la obscuridad

¡Vamos! ¿Por qué te empeñas en oscurecer tu vida viviendo encerrada? ¿Acaso no sabes que la vida es maravillosa? ¡Tienes que salir adelante!
No sé qué sucede contigo, no sé qué dolor estás sufriendo… pero lo que sí sé es que eres una mujer maravillosa, una mujer guerrera. Tú eres como el ave fénix… ¡Resurge! 
Que no te intimide la melancolía. Vive tu presente como si fuera el último día… Sal a la ventana y contempla el vasto universo, el titilar de las estrellas que te dicen que todo está bien. Llénate de aire, seduce a la noche, envuélvete del más suave perfume y siéntete sensual, bella, seductora de la vida… Que tu autoestima se eleve a las nubes. No permitas que NADIE te arrebate ese sentimiento de paz, de amor, de felicidad.



Sé atrevida y loca en tus pensamientos… quizás al principio te sientas aturdida, pero recuerda que por algo se empieza en este cambio que tienes que darle a tu vida. Siente cómo se va tornando tu melancolía en alegría, tu inseguridad en seguridad. Camina despacio, ¡pero con ritmo! Conviértete en esa mujer plena que todos admiran cuando camina por las calles. Tu belleza interior te saldrá por los poros de la piel. Tu belleza se notará en la suavidad de tu mirada y en tu fuerza al caminar.
Sobre todo, que no decaiga tu ánimo en las noches… ni en tus amaneceres. Que cuando despiertes a un nuevo día, sepas dar gracias a Dios por poder realizar tus metas. Hazlo poco a poco (no quieras comerte al mundo de un solo bocado). Sólo paladea suavemente y poco a poco ese cambio en ti será completo. Entonces, cuando camines por la acera, dirán: “¡AHÍ VA UNA REINA!”

 

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