miércoles, 10 de junio de 2015

La conductora de mi vida soy YO

Somos mujeres maravillosas, tenemos suficiente corazón, inteligencia y fuerza para elegir y decidir sobre nuestras propias vidas.
Por muy duras que sean las responsabilidades y sufrimientos de la vida, estamos sobradamente capacitadas para afrontarlas.
― ¡Que nadie mande sobre ti!Nuestras elecciones son nuestras y de nadie más.  Incluso, cuando optamos por quedarnos de brazos cruzados, lo que hacemos es aceptar en silencio la posibilidad de que alguien elija por ti. Pero nadie piensa, siente, sonríe, llora, o es feliz por ti, pues tu camino sólo te atañe a ti: a tus fuerzas, voluntades y propósitos.
― ¡No esperes a que alguien te cargue! A veces sentimos que somos insuficientes, que somos incapaces y poco productivas, y lamentablemente terminamos por llegar a la errada conclusión de que no podemos lograr lo que queremos, o que necesitamos de alguien que nos lleve a sus espaldas para lograrlo; sea para sufrir poco o para sufrir mucho, pues a menudo no aceptamos que hay tramos de la vida en los que debemos transitar solas.
― No dejes pasar tus días…
La existencia se nos pasa en frente esperando por pequeños momentos que tal vez no nos llenen como lo esperábamos. Mientras tú esperas que la vida sea color rosa, te pierdes la aventura de acertar y errar, de reír y llorar, de soñar y vivir… ¡Te estás perdiendo de la grandiosa oportunidad de estar viva!
― Hay expectativas que no se cumplirán… Puede que la vida no sea perfecta y no resulte como lo esperamos, puede que haya muchos tropiezos y a veces nos sintamos impotentes… pero cuando lleguemos a esta situación dolorosa, sabremos que nadie nos dirigió hacia ahí engañándonos y diciéndonos que jamás tendríamos porqué llorar. Al contrario: sabremos quela sal de nuestras lágrimas le dará un mejor sabor a nuestros éxitos.
― ¡No delegues tu camino a nadie!No esperes que un nuevo amor pueda rescatarte, no esperes a que el trabajo que anhelas lo haga, tampoco que buenos comentarios de los demás te revivan, y menos que la ayuda de alguien te mantenga en pie…¡No esperes, no esperes, no esperes! Pues corres el riesgo de seguir esperando… Tú vida es sólo una, ¡sólo tuya! No se la delegues a nadie, pues eres tú la encargada de abrir la cerradura de tu vida, no  es hora de regalar las llaves.
Embrace the storm

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